Aunque todavía carece de aval científico, cada vez son más las personas que apoyan la teoría de que el gran tiburón blanco ha regresado a las aguas baleares. El aumento de las poblaciones de atunes y de albacoras o bonito del norte esta temporada sería la clave del retorno del escualo después de décadas alejado de las costas del archipiélago.
El atún blanco o bonito del norte (Thunnus alalunga), es una especie de atún que se encuentra en todas las aguas tropicales y en los océanos templados, y en el Mar Mediterráneo. Se le denomina bonito del norte al que se pesca en el mar Cantábrico, aunque no tiene nada que ver con la especie de los bonitos y suele llevar a confusión y creer que el bonito es igual que el atún. Véase distintos usos de la palabra bonito.
Tiene una longitud de hasta 140 cm y pesos de hasta 60 kg. se le diferencia del atún rojo porque posee una aleta pectoral más grande que la del atún común y unas rayas oblicuas de color oscuro en ambos lados de la zona dorsal.
El bonito del norte vive durante el invierno en las aguas próximas a las Azores y de desplaza a finales de la primavera (mayo o junio) al Mar Cantábrico. Es durante estas migraciones cuando se inicia la campaña del bonito, llamada costera, que acaba generalmente en septiembre. En ella participan barcos procedentes de Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco y Francia.
El atún azul o común (Thunnus thynnus), también llamado atún de aleta azul, atún rojo o cimarrón, es una de las especies de atún en la familia Scombridae. Es muy conocido como Atún rojo del Atlántico, Atún rojo gigante (para aquellos individuos que superan los 150 kilogramos) y formalmente como atún. El atún rojo es originario de ambas orillas del Atlántico, tanto la occidental como la oriental, y también del mar Mediterráneo. Ya está extinto en las aguas del mar Negro y del mar Caspio. Esta especie del atlántico es muy cercano a otras especies de atún rojo, como el atún rojo del Pacífico y el atún rojo del sur.
El atún rojo atlántico es capaz de superar los 450 kilogramos en peso, y rivalizar con el marlín negro y el marlín azul del Atlántico. A lo largo de la historia el atún rojo ha sido muy apreciado como alimento para los humanos. El valor en el mercado ya era alto desde los tiempos de la Grecia Antigua y se sabe que ya los fenicios comerciaban con su carne. Más allá de su valor comercial como alimento, su gran tamaño, velocidad y fuerza que despliega como depredador ha atraído la admiración desde antiguo de pescadores, al igual que escritores, deportistas, banqueros y científicos.
El atún rojo es además la base de una de las pesquerías más lucrativas del mundo. Los ejemplares de medio y de gran tamaño están muy perseguidos por el mercado japonés, donde se consumen como sushi y sashimi.
Esta creencia se sustenta en imágenes como la que ilustra este artículo, captada por el pescador aficionado Martín Nadal.
Según los expertos, el animal que se reconoce en la fotografía no es una tintorera, ya que esta especie de escualo es mucho más estrecho, estilizado y de color azul. Se trataría de un ejemplar de tiburón blanco joven: muy ancho, de aleta dorsal triangular, con el color blanco en sierra y casi sobre la pectoral, como corresponde a los blancos que todavía no han alcanzado la edad adulta.
En las décadas de los sesenta y lo setenta decenas de tiburones blancos se pescaron en aguas del archipiélago, pero la merma de las poblaciones de delfines, tortugas y todo tipo de especies como consecuencia de la práctica de la pesca de almadraba y de redes de deriva hizo que el gran blanco desapareciera en los años 80 y 90.
Este año, las imágenes que se han difundido muestran a delfines devorados parcialmente y los pescadores profesionales han manifestado su extrañeza por el gran número de piezas enormes que han pescado este año con mordeduras grandes en sus costados.
Además de tintoreras y tiburones blancos, también se ha constatado la existencia en las costas del archipiélago de grandes y misteriosos tiburones de fondo. La prestigiosa cadena de televisión alemana ZDF, equivalente a La 2 en España, acaba de grabar un documental sobre el cañabota (Hexancheus griseus). Todo empezó cuando en 2013 la prensa de ese país publicó una espectacular imagen de un tiburón enorme, muerto y colgando de una grúa en el Port de Andratx.
La foto, realmente impactante, causó cierto estupor en Alemania. A raíz de esa publicación, la ZDF se puso en contacto con expertos locales para saber más sobre el tiburón. Lo primero era identificar la especie. Sin ninguna duda, era un cañabota, un tiburón de fondo que puede llegar a pesar más de 500 kilos y medir cinco metros.
Investigación
La inexistencia de estudios sobre el gran tiburón blanco en las Islas plantea en la actualidad numerosas incógnitas sobre esta especie: ¿Por qué se pescaron decenas de blancos en los años 60 y 70? ¿Se marcharon, se extinguieron? ¿Permanecen ocultos pero continúan viviendo en aguas baleares? ¿Son blancos del Mediterráneo? ¿Realizan migraciones interoceánicas?Para resolver estas y otras dudas, los investigadores locales, liderados por la doctora en biología de la Universitat de les Illes Balears Ana María Abril, se han puesto en marcha para promover un estudio científico que pueda ayudar a profundizar en el conocimiento de los tiburones de las islas, especialmente los cañabotas y los 'desaparecidos' grandes blancos.
El proyecto, que todavía está en fase de búsqueda de financiación, se basa en recientes investigaciones que se han llevado a cabo en la costa Oeste de Estados Unidos, donde se ha podido confirmar la existencia de una población de alrededor de 300 tiburones blancos, que migran anualmente al centro del Pacífico y regresan a California en época de reproducción.