Los ríos constituyen
ecosistemas con gran riqueza de biodiversidad, donde ver fluir de agua es un
valor en sí mismo, y son la más querida seña de identidad de numerosos pueblos,
ciudades y regiones con nombre de río.
Los ríos representan la
principal fuente de agua para consumo humano, agricultura y otras actividades
industriales. Suponen una fuente importante de alimento y muchos de ellos son
utilizados como sistemas de transporte natural y cultural.
Un río es un ecosistema
formado por el volumen de agua, por el agua subsuperficial, por el propio
cauce, con sus componentes físicos y químicos, por la zona inundable, por la
ribera propiamente dicha y por todos los organismos que habitan en estos
hábitats y las interacciones que se producen entre ellos, los servicios
ambientales.
En este sentido, una elevada
parte del deterioro que sufren los ríos desde los últimos años incluso siglos,
se debe a esta concepción simplificada de los mismos.
La RAE los define de manera
parcialista como "corriente de agua continua y más o menos caudalosa que
va a desembocar en otra, en un lago o en el mar".
La
Directiva Marco del Agua, Directiva 2000/60/CE, DMA establece que el objetivo
central de la gestión de un río no debe ser solo la calidad del agua, sino la
conservación del estado ecológico, concepto que engloba la calidad, la
estructura y el funcionamiento de los ecosistemas acuáticos.
La correcta
gestión y diagnosis de los ecosistemas fluviales, necesita además de los
habituales análisis químicos, físico-químicos, se han de utilizar indicadores
biológicos que nos permitan conocer el estado ecológico de forma precisa.
Se
ha pasado de unas normativas antiguas puramente hidráulicas a una definición
ecosistémica de la gestión.
Indicadores Biológicos - Ríos
El uso de organismos como indicadores de calidad para conocer las
características del agua es relativamente reciente.
Esta técnica se basa en los diferentes requerimientos (físicos,
químicos, de estructura de hábitat, etc.) que tiene cada especie o población.
Hay
especies con rangos de tolerancia amplios que pueden sobrevivir en condiciones
muy diversas mientras que otras especies tienen unos límites más estrictos.
La presencia de estas especies más intolerantes es un indicador de que
durante su ciclo de vida la contaminación no sobrepasó un umbral. Es decir, la
composición de una comunidad de organismos da una idea de las características
del ambiente durante cierto tiempo, revelando factores que ocurren de vez en
cuando y pueden no ser detectados en los análisis físico-químicos periódicos.
Los indicadores biológicos establecidos para medir la Calidad Biológica son los
siguientes:
- Invertebrados Bentónicos, a través del índice IBMWP
- Diatomeas, a través de los índices IBD/IPS
- Macrófitos, a través del índice IVAM
Los valores de condiciones de referencia de los indicadores de los
elementos de calidad de ríos, así como los valores límite de cambio de clase de
estado ecológico de dichos indicadores, se encuentran recogidos en el ANEXO III de la ORDEN ARM/2656/2008, de 10 de septiembre,
por la que se aprueba la instrucción de planificación hidrográfica.
ID-TAX
Catálogo y claves de identificación de organismos utilizados en las
redes de control del estado ecológico en aguas continentales.
Haga
clic para acceder al sistema de información del Catálogo de Elementos
Biológicos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
Macroinvertebrados Bentónicos
- Valor Indicador
Los invertebrados
bentónicos, (especialmente los macroinvertebrados) son uno de los grupos
biológicos más ampliamente usados como indicadores de calidad del agua. Esto es
debido a que integran muchas de las cualidades que se esperan de un indicador,
como son su elevada diversidad, la existencia de diversos taxones con
requerimientos biológicos, físico- químicos o hidromorfológicos diferentes, etc.
Los macroinvertebrados dulceacuícolas son el grupo focal de este manual. En términos generales, definimos los macroinvertebrados como aquellos invertebrados que se pueden ver a simple vista, se acepta un tamaño de 500µm (0.5 mm) o superior para los macroinvertebrados. Esta distinción es relativa y a veces arbitraria, por lo que podemos ser un poco más precisos definiendo los macroinvertebrados con base en la taxonomía. Este grupo tiene representantes en muchos filos de animales, entre ellos: Arthropoda, Mollusca, Annelida, Platyhelminthes, Nematoda y Nematomorpha. Sin embargo, hay que aclarar que varios miembros de estos filos son microscópicos por lo que se les considera parte de la meiofauna (microcrustáceos y micromoluscos, muchos anélidos y nemátodos, entre otros).
Los instrumentos empleados para capturar macroinvertebrados son muy variados. La elección de un instrumento depende de los objetivos perseguidos y las características del sistema acuático en el que se este realizando el estudio. Para estudios de monitoreos de ambientes acuáticos, en sistemas lóticos, la EPA recomienda la red de Surber, la red de Hess, la red en D, la red rectangular y la red de pateo. Para los sistemas lénticos, el instrumento más utilizado es la draga de Ekman.
En los macroinvertebrados dulceacuícolas, los insectos, es el grupo más abundante y diverso.
Los macroinvertebrados, especialmente los insectos, han sido utilizados en biomonitoreo, como indicadores de la calidad de ambiente; debido a su abundancia y la relativa movilidad que presentan, además de ser organismos relativamente fáciles de recolectar y observar, y exhibir un amplio rango de respuestas al estrés ambiental
Los macroinvertebrados dulceacuícolas son el grupo focal de este manual. En términos generales, definimos los macroinvertebrados como aquellos invertebrados que se pueden ver a simple vista, se acepta un tamaño de 500µm (0.5 mm) o superior para los macroinvertebrados. Esta distinción es relativa y a veces arbitraria, por lo que podemos ser un poco más precisos definiendo los macroinvertebrados con base en la taxonomía. Este grupo tiene representantes en muchos filos de animales, entre ellos: Arthropoda, Mollusca, Annelida, Platyhelminthes, Nematoda y Nematomorpha. Sin embargo, hay que aclarar que varios miembros de estos filos son microscópicos por lo que se les considera parte de la meiofauna (microcrustáceos y micromoluscos, muchos anélidos y nemátodos, entre otros).
Los macroinvertebrados pueden pertenecer al necton cuando son nadadores activos, al neuston cuando habitan la superficie del agua, o al bentos si permanecen la mayor parte del tiempo en el fondo del cuerpo del agua, ya sea en sustratos orgánicos como el detrito, plantas acuáticas, hojarasca, ramas y troncos, o cualquier substrato inorgánico, como rocas, grava, y arena. Estos organismos además pueden habitar tanto ecosistemas lóticos como lénticos.
Los instrumentos empleados para capturar macroinvertebrados son muy variados. La elección de un instrumento depende de los objetivos perseguidos y las características del sistema acuático en el que se este realizando el estudio. Para estudios de monitoreos de ambientes acuáticos, en sistemas lóticos, la EPA recomienda la red de Surber, la red de Hess, la red en D, la red rectangular y la red de pateo. Para los sistemas lénticos, el instrumento más utilizado es la draga de Ekman.
En los macroinvertebrados dulceacuícolas, los insectos, es el grupo más abundante y diverso.
Los macroinvertebrados, especialmente los insectos, han sido utilizados en biomonitoreo, como indicadores de la calidad de ambiente; debido a su abundancia y la relativa movilidad que presentan, además de ser organismos relativamente fáciles de recolectar y observar, y exhibir un amplio rango de respuestas al estrés ambiental
- Índices
El índice que se está
utilizando para el seguimiento del estado ecológico de los ríos mediante los
invertebrados bentónicos como indicador de la calidad es el IBMWP
semicuantitativo (hasta agotar especie).
El IBMWP (Iberian BIOMONITORING Working Party) se basa en la tolerancia de las especies de macroinvertebrados acuáticos a la contaminación del medio, dando puntuación a las familias en función de su tolerancia (1 para familias muy tolerantes y 10 a las que no toleran la contaminación) y sumando los valores obtenidos para calcular el grado de contaminación del tramo.
- Referencias: Alba-Tercedor el al.,2002; Jáimez-Cuéllar et al., 2002
Diatomeas
- Valor Indicador
Las diatomeas
constituyen el grupo más diverso de las microalgas bentónicas y son utilizadas
con frecuencia para evaluar la calidad del agua.
En los ríos ibéricos,
la composición y abundancia de estas algas varía en función de los nutrientes
presentes en las aguas (fósforo y nitrógeno), así como de su salinidad.
- Índices
Los índices que se
están utilizando para el seguimiento del estado ecológico de los ríos
utilizando las diatomeas como indicador de la calidad, son el IBD (índice
biológico de diatomeas) y el IPS (Índice de Polusensibilidad Específica).
El IBD está basado en
un número reducido de taxones (250) para los que se conoce su grado de
tolerancia. Se basa en combinaciones entre la abundancia relativa y el grado de
sensibilidad (tolerancia) de un grupo de taxones seleccionados.
- Referencias: Lenoir&Coste, 1995;
Lenoir&Coste, 1996; Prygiel et al., 2002
El IPS se calcula
sobre la base de las medias ponderadas de los valores se Sensibilidad a la
contaminación, valor indicador de contaminación y abundancia relativa de la
especie.
- Referencias: CEMAGREF, 1982
Macrófitos
- Valor Indicador
El uso de los
macrófitos como indicadores del estado ecológico está claramente señalado en la
Directiva Marco del Agua. En este ámbito los macrófitos se consideran útiles
para la detección y seguimiento de las presiones fisicoquímicas que produzcan
reducción de la transparencia del agua, variación de la mineralización y
eutrofia.
También son sensibles
a las presiones hidromorfológicas que produzcan variación del régimen de
caudal, continuidad del río y características morfológicas del lecho en ríos,
variación del nivel de agua en lagos o cambios en el período de inundación de
humedales y variación de las características morfológicas del vaso en lagos.
- Índices
El índice que se está utilizando para
el seguimiento del estado ecológico de los ríos utilizando los macrófitos como
indicador de la calidad es el IVAM (Índice de Vegetación Acuática
Macroscópica).
El Índice de Vegetación Acuática
Macroscócpica (IVAM) se trata de un índice trófico de vegetación
acuática que considera tanto macrófitos como micrófitos. Es un índice aditivo
que tiene en cuenta el valor indicador de los táxones, grupos o formaciones
consideradas, la diversidad funcional-morfológica de los macrófitos y su
abundancia (<5%, 5-50%, y >50%).
- Referencias: Moreno et al., 2006