“Acción contra la Desertificación” es un programa creado por la Unión Europea y la FAO (Food and Agriculture Organization of the United Nations), mediante la cooperación de los Estados de África, del Caribe y del Pacífico (ACP), para luchar contra el hambre y la pobreza por causa de la desertificación.
José Graziano da Silva, Director General de la FAO explica que “la desertificación y
la degradación de la tierra son problemas muy graves. Conducen al hambre y la
pobreza, a sí mismos en la raíz de muchos conflictos o guerras ambientales”, y continúa aclarando
“pero los éxitos recientes muestran que estos problemas no son insuperables.
Podemos aumentar la seguridad alimentaria, mejorar los medios de vida y ayudar
a las personas a adaptarse al cambio climático.”
Y es que la
realidad es terrible, un 40% de la
superficie de la tierra es zona árida, y precisamente está situada en los
países más pobres del mundo. Así que se juntan muchos factores, además
del cambio
climático, la alta demografía hace que se esté degradando más el
terreno.
Se sabe que
más de un 70% de la población que habita en estas zonas secas de África, del
Caribe o del Pacífico necesitan la tierra para poder subsistir, ya que basan la
mayor parte de su economía en explotar los recursos naturales.
Por eso, se
van a destinar 41 millones de euros para mitigar esta desgracia. Fomentando
acciones para promover una gestión sostenible de la tierra y restaurar la que
ya está degradadas durante cuatro años y medio, aunque es una cifra que debería
ser bastante superior, para que realmente se pudiese solucionar el problema.
Andris Piebalgs, Comisario de Desarrollo de la UE, comenta: “la gestión sostenible de
la tierra es crucial para hacer frente a los desafíos triples que enfrentamos
por el cambio climático, la pérdida de la biodiversidad y la inseguridad alimentaria.
Este nuevo programa ayudará a las comunidades más afectadas por estos problemas
para gestionar mejor sus recursos, además de crear empleo y generar ingresos e
invertir en ellos para las generaciones futuras “.
En África
Se quiere
salvaguardar la tierra del cambio climático y la
desertización, con lo que se cono ce como La Gran Muralla Verde, para
la zona del Sáhara y el Sahel.
Una iniciativa que comenzó su andadura en el año
2007.
Así se
seguirá actuando especialmente, en países como Burkina Faso, Etiopía, Gambia, Níger, Nigeria y Senegal para
restaurar sus bosques secos y pastizales, además de continuar con una labor
para la sostenibilidad de las comunidades locales.
El hambre y la pobreza, el cambio climático, la deforestación, la degradación del suelo, la desertificación y la pérdida de biodiversidad están relacionados entre sí
En el Caribe y el Pacífico
Aquí nos encontramos con otro problema igual de devastador: las sequías y las inundaciones que asolan las tierras, y que han ocasionado una degradación de los hábitats naturales, con la consiguiente pérdida de la biodiversidad. Ya no existen barreras para frenar todos los agentes climáticos que provocan la destrucción.Las islas de Haití y Fiyi son las principales destinatarias del programa, siguiendo el ejemplo de La Gran Muralla Verde. Una cooperación denominada Sur-Sur. Mejorando las capacidades de asociaciones no gubernamentales y del propio gobierno.