El bisonte europeo (Bison bonasus), importado
de Polonia, vaga de nuevo por la isla danesa de Bornholm, donde se extinguió
hace miles de años. También en Siberia se está creando un Parque del
Pleistoceno reintroduciendo los animales que lo habitaron en el pasado, y lo
mismo se plantea en Escocia con el lince europeo.
En un rincón de Siberia, los científicos están
tratando de reconstruir un ecosistema que se había perdido muchos miles de años
atrás mediante la introducción de bisontes, bueyes almizcleros, alces, caballos
y renos, un lugar que llaman Parque del Pleistoceno.
Estos esfuerzos para ‘asilvestrar’ el paisaje son cada
vez más populares en diversas partes del mundo. Un equipo de investigación,
encabezado por investigadores del Centro de Macroecología, Evolución y Clima de
la Universidad de Copenhague (Dinamarca), firma un artículo en la revista Current
Biology en el que resaltan que la evidencia científica que apoya los
beneficios potenciales de este tipo de prácticas es muy limitada.
Las teorías ecológicas en las que se basa el rewilding
(restauración de la antigua vida salvaje) no son todo lo robustas.
Asilvestrar los ecosistemas es un intento por
resucitar funciones que se han perdido por impactos humanos y climáticos del
pasado. Esas funciones se intentan recuperar por la reintroducción o
introducción de nuevas especies.
Como ha demostrado la historia, la introducción de
especies en nuevos lugares a menudo ha tropezado con inesperadas consecuencias
para el medio ambiente.
Las predicciones para este siglo XXI en la península
ibérica son las de un proceso de desertificación. En este caso las estrategias
de rewilding deberían considerar cómo adaptar sus medidas de
conservación al cambio climático.
Efectos colaterales y propagación de
enfermedades
Un ejemplo de estas actividades se está discutiendo
ahora con la posibilidad de reintroducir el lince europeo en Escocia para controlar
las poblaciones de ungulados y reducir el impacto del sobrepastoreo y bosques y
prados.
Por ejemplo el lince en Noruega caza también aves y
los impactos de la reintroducción del lince europeo en Escocia se desconocen en
las aves de la región.
¿Cómo se adaptarían aves como el urogallo a un
predador con el que no ha interactuado en las Islas Británicas desde el
principio de la Edad Media?
Una razonable precaución y una cuidadosa
consideración, tanto para los animales recompensados como para los ecosistemas
en los que se reintroducenes muy importante.
Daniel Simberloff, un coautor del estudio e
investigador de la Universidad de Tennessee (EEUU) señala como la reintroducción
de lobos en el Parque Nacional de Yellowstone a menudo se destaca como una
historia de éxito por los efectos en cascada en el paisaje. Pero la influencia
de tales reintroducciones puede ser muy variable y difícil de predecir.
La introducción o reintroducción de especies sin
el debido control veterinario abre la puerta a la difusión de patógenos que las
especies nativas no han experimentado antes.
Hace pocos años se reintrodujeron en la isla de
Børnholm en el Báltico, un número limitado de bisontes (el bisonte se extinguió
allí hace 10.000 años) pero algunos de ellos ya han muerto de parásitos en el
hígado.
El científico considera que este tipo de cuestiones
relacionadas con la propagación de enfermedades también debe ser cuidadosamente
considerada.
Referencia bibliográfica:
David Nogués-Bravo, Daniel Simberloff, Carsten Rahbek
y Nathan James Sanders. “Rewilding is the new
Pandora’s box in conservation” Current Biology 26, 8 de febrero de 2016.