Custodia proviene del
latín “custodia/custodiae”; guardar, conservar, respetar o cuidar
La custodia
del territorio es un conjunto de estrategias e instrumentos que
pretenden implicar a los propietarios y usuarios del territorio en la
conservación y el buen uso de los valores y los recursos naturales, culturales
y paisajísticos. Para conseguirlo, promueve acuerdos y mecanismos de
colaboración continua entre propietarios, entidades de custodia y otros agentes
públicos y privados (Basora Roca, X. y Sabaté i Rotés, X. 2006).
Un acuerdo
de custodia es un procedimiento voluntario entre un propietario
y una entidad de custodia para pactar el modo de conservar y gestionar un
territorio. El pacto puede ser verbal o escrito (Basora Roca, X. y Sabaté i
Rotés, X. 2006).
Las entidades
de custodia son organizaciones públicas o privadas sin ánimo de
lucro que participan activamente en la conservación del territorio mediante las
técnicas de custodia del territorio. Pueden actuar de entidad de custodia
organizaciones tan diversas como una asociación de vecinos, una organización
conservacionista, una fundación, un ayuntamiento, un consorcio y otro tipo de
ente público (Basora Roca, X. y Sabaté i Rotés, X. 2006).
Un poco de
antecedentes históricos
Los orígenes de la custodia del territorio se
remontan a finales del siglo XIX en Estados Unidos (el término utilizado en
inglés es land stewardship). Desde entonces, este movimiento se ha ido
extendiendo fundamentalmente por Canadá, América Latina y Europa, aunque se
conocen experiencias de custodia del territorio en numerosos países del resto
de los continentes.
Aunque en España se conocen ejemplos de
reservas privadas desde finales de la década de los setenta del siglo XX, y la
utilización de esta herramienta de conservación se ha ido extendiendo con el
paso del tiempo a lo largo y ancho de la geografía nacional, a la custodia del
territorio aún le queda un largo camino por recorrer que ha de ser definido por
sus diferentes agentes sociales implicados.
La primera de estas experiencias en nuestro
país surgió en 1975 con la creación del Refugio de Rapaces de Montejo de la
Vega en Segovia promovida por Félix Rodríguez de la Fuente y WWF/Adena. A ésta
le siguieron muchas otras acciones promovidas por organizaciones como ADENEX,
SEO/Birdlife, Fundación Oso Pardo, GOB-Mallorca, Fundación CBD-Hábitat,
Fundació Territori y Paisatge y Fundación Global Nature, por citar algunas,
además de Administraciones públicas como la Junta de Andalucía, la Generalitat
Valenciana y Ayuntamientos.
En el año 2000 se firma la Declaración de Montesquiu,
considerado el primer documento que formaliza el concepto y el movimiento de la
custodia del territorio en España. En el año 2003 se
crea la Xarxa (red en catalán) de Custòdia del Territori (xct). Desde entonces otras iniciativas de custodia del
territorio de ámbito autonómico han ido apareciendo. Así en el 2005 se creó Avinença, la Asociación Valenciana de
Custodia y Gestión Responsable del Territorio y en el 2006 Ínsulas,
la Red Andaluza de Custodia y Gestión del Territorio e ICTIB, la Iniciativa de Custodia del
Territorio de las Islas Baleares. En el año 2008 se ha constituido la Asociación
Galega de Custodia do Territorio. Además, se está constituyendo el Foro Estatal de Custodia del Territorio el
cual trabaja de manera estratégica y conjunta para la promoción institucional,
social, legal y técnica a nivel estatal del concepto de custodia del territorio
y su aplicación en la gestión y conservación del patrimonio natural, cultural y
del paisaje.
Por último, en el 2004, 2006 y 2008 se han
venido celebrando las Jornadas Estatales sobre la Custodia del Territorio en el
CEMACAM de Torre Guil, Murcia, organizadas por la Cátedra UNESCO de Territorio
y Medio Ambiente de la Universidad Rey Juan Carlos con el patrocinio de la Caja
de Ahorros del Mediterráneo (CAM), las cuáles han servido como foro de
intercambio de experiencias entre personas y entidades públicas y privadas de éste
y otros países, y para analizar los principales retos para la consolidación de
la custodia del territorio en España. Las IV Jornadas Estatales de Custodia del
Territorio se han celebrado en el año 2010 en Asturias organizadas por el FAPAS
con el apoyo de la Fundación Biodiversidad.
Actualmente
se conoce la existencia de 1336 acuerdos de custodia repartidos por todo el
territorio español,
salvo en Ceuta y Melilla. Estas cifras suponen un incremento de 630 acuerdos
respecto a las cifras de 2008 (706 acuerdos). La superficie total dedicada a la custodia del territorio en España
asciende en 2010 a 292.746,96 ha, lo que supone un incremento de 114.870,29
ha respecto a las cifras de 2008. Hay un total de 270 acuerdos distribuidos
entre las distintas entidades en los que no se especifica la superficie de la finca
custodiada, por lo que la cifra final real sería superior a la indicada. Salvo
Ceuta y Melilla, todo el territorio español cuenta, en mayor o menor medida,
con terrenos dedicados a la custodia.
El
número total de entidades de custodia ha experimentado un incremento importante
respecto a las cifras de 2008 llegándose a contabilizar
un total de 130, frente a las 85 existentes en 2008. Veinticuatro de estas
no tienen suscritos acuerdos y sin embargo se consideran entidades de custodia
por estar implicadas activamente en el desarrollo de esta estrategia de
conservación (organismos científicos o dependientes de la universidad,
administraciones públicas, ONG…). Las comunidades de Navarra, Canarias, La
Rioja y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla no cuentan todavía con
entidades de custodia propias, si bien todas ellas, salvo Ceuta y Melilla,
poseen terrenos custodiados por otras entidades de ámbito estatal. Además de
las 130 entidades de custodia existen 7 redes autonómicas
que impulsan la custodia del territorio en sus ámbitos de trabajo al tiempo que
apoyan a las entidades de custodia en el desarrollo y mejora de su actividad.
Características de
una actuación de custodia del territorio
La custodia del territorio...
… es una estrategia complementaria, y no
sustitutiva, de los otros mecanismos de protección existentes.
...
tiene como objetivo último la conservación a largo plazo de los valores
naturales, culturales y paisajísticos de un lugar determinado.
… implica principalmente a los propietarios
de las fincas y a las entidades de custodia, con el posible apoyo de
administraciones públicas, usuarios y patrocinadores.
... se dirige principalmente a terrenos
privados o municipales.
… se vale del acuerdo de custodia como instrumento primordial que permite la
colaboración entre entidades de custodia y la propiedad.
… se basa en el principio de voluntariedad.
… y sus acuerdos se fundamentan en la
motivación y la confianza mutua de propietarios y entidades de custodia.
…
promueve modelos de gestión de las fincas coparticipativos.
... otro de los ejes
fundamentales de trabajo de esta organización es la promoción y el desarrollo de la investigación aplicada
a la custodia del territorio como un instrumento de conservación y gestión responsable de los recursos naturales y
culturales.
... se alimenta de diversas disciplinas como
la educación, las relaciones públicas, la mediación, el desarrollo comunitario,
la gestión y los usos del territorio y de la naturaleza, los acuerdos jurídicos
o el urbanismo.
Todo
esto facilitando el rendimiento económico (ecoturismo, producción forestal,
agricultura, ganadería, caza, pesca, ocio...) que los propietarios esperan
obtener de sus tierras, pero con responsabilidad.
Los agentes de la custodia
Para llevar a la práctica los acuerdos de custodia
hace falta la participación de:
·
La propiedad privada y determinadas
formas de propiedad pública o común
(asociaciones, fundaciones, municipal, comunal, de dominio público...) que es quien negocia, acepta y desarrolla acuerdos de custodia en sus
fincas.
·
Las entidades de custodia de la
sociedad civil
(asociaciones, fundaciones...) o
públicas (ayuntamientos, consorcios de gestión de territorio, espacios
protegidos...), que son las impulsoras
de las iniciativas de custodia.
·
Las administraciones públicas que impulsan la
custodia a través de la legislación, ayudas, ventajas fiscales, apoyo técnico y
formativo, alianzas con entidades de custodia...
· La
ciudadanía y las organizaciones de la sociedad (instituciones, empresas...) que
apoyan y reconocen la actividad de los propietarios y las entidades de
custodia.
La custodia del territorio depende totalmente de
mecanismos de participación de estos agentes, donde el trabajo conjunto en
alianza se convierte en el camino clave para conservar el territorio y
satisfacer los objetivos de todos.
Mecanismos
de custodia
Los
mecanismos
que utiliza la custodia del territorio son muy variados y van desde la sensibilización, las actividades de
educación y voluntariado para la gestión responsable, a acuerdos voluntarios
para la gestión de fincas que entrañan diferentes niveles de compromiso.
Estos
acuerdos pueden implicar requisitos legales, la cesión de la gestión de una finca e incluso la adquisición de derechos reales, o la compra de la finca por parte de una entidad
de custodia.
Las entidades de custodia utilizan diferentes
mecanismos que tienen a disposición en función de su capacidad de actuación de
sus recursos, pero en todos los casos buscan el intercambio de opiniones y los
acuerdos con los propietarios, ofreciendo a estos la posibilidad de hacerse
responsables de los valores que tiene su finca.
Hay que tener presente que en la mayoría de
los casos el mantenimiento de una gestión activa por parte de la propiedad es
imprescindible de cara a poder hacer una buena custodia del territorio. Razón
por la cual el acuerdo de custodia intenta integrar además la actividad
económica y productiva de la finca. Así por ejemplo, se pueden conservar determinadas zonas del
bosque que son interesantes para especies de fauna al tiempo que ofrecen
recursos forestales y/o no forestales que se pueden explotar; o mantener un
determinado tipo de cultivo o área de pasto que genere una rentabilidad
económica; o preservar márgenes o muretes de piedra seca que son de utilidad
para el propietario y además tienen un valor paisajístico.
Opciones
de custodia del territorio
Los acuerdos de custodia sin
transmisión de la gestión, la propiedad conserva la gestión de una finca y se fijan unas tareas de
gestión y protección coparticipativa que esta aplicará, asesorada por la
entidad, la cual velará porque se cumplan a través de un contacto regular con
la propiedad y un seguimiento periódico de la finca y de los términos del
acuerdo.
Dentro de este grupo se pueden encontrar:
1.
Los acuerdos verbales
2.
Los contratos de custodia del
territorio
3.
El arrendamiento de servicios y
mandato
4.
El establecimiento de limitaciones
voluntarias al derecho de la propiedad
En los acuerdos de custodia con
transmisión de la gestión, la entidad de custodia asume la gestión total o parcial de la finca.
En este caso la entidad adquiere el compromiso de velar también por la
conservación según lo que establece el acuerdo jurídico.
En este grupo se encuentran las siguientes opciones
legales:
1.
El arrendamiento de derechos de
tala, pasto u otros
2.
La cesión de uso
3.
El arrendamiento
a.
La transmisión de derechos reales
b.
Las servidumbres
4.
Los derechos reales de
aprovechamiento parcial
5.
El usufructo
6.
La fiducia
7.
La transmisión de la propiedad por
donación, compraventa, permuta o legado
Otras vías de colaboración en la custodia del
territorio son:
·
Donaciones
monetarias y materiales
·
Compradores
de custodia
·
Avales a la
custodia
·
Voluntarios
para la custodia
Son caras de la misma moneda la dinamización económica gracias a la puesta en marcha de iniciativas como el ecoturismo, turismo rural, educación ambiental y otras manteniendo la compatibilidad con la conservación del patrimonio natural y cultural
La custodia del territorio se perfila como una herramienta viable para potenciar la conservación de los espacios que combinan valores naturales y culturales
Belchite, ciudad azotada por la guerra civil (1936 - 1939)
El turismo cultural, a veces en lugares despoblados del interior, también se dinamiza.
Fueron catorce días del
calurosísimo verano de 1937, entre el 24 de agosto y el 6 de septiembre, en que Belchite, tuvo
la mala suerte de quedar atrapado en una de las ofensivas republicanas más
importante, la batalla de Zaragoza. Las crónicas cuentan que en Belchite, entonces
una próspera localidad de unos 5.000 habitantes, tuviera lugar una batalla de una
crueldad extrema: miles de atacantes y miles de defensores se
batieron calle por calle y casa por casa en mitad de un calor infernal y con
centenares de cadáveres reduciéndola a un monumental amasijo de escombros y cadáveres.
Hoy, más de 75 años después,
podemos recorrer lo que quedó del pueblo como un espectral museo de los horrores de la guerra,
más realista por cuanto que no es tal, sino el lugar donde todo ocurrió y la
mejor muestra de lo que puede llegar a ser una batalla.
¿Qué
son las Redes de Custodia?
En algunas comunidades autónomas del Estado
español se han creado organizaciones de segundo nivel que están impulsando la
custodia del territorio en sus ámbitos de trabajo al tiempo que apoyan a las
entidades de custodia en el desarrollo y mejora de su actividad.
En su mayoría, estas organizaciones se han
constituido como “redes” inspirándose en el modelo de la Xarxa de
Custòdia del Territori de Cataluña que fue la primera de este tipo
de organizaciones que apareció en el Estado español en el año 2003. A su vez,
éstas agrupan otras entidades, propietarios, Administraciones, organizaciones
privadas, etc.
Cada una de estas redes está trabajando por
desarrollar un modelo de custodia que se ajuste a su propia realidad social,
cultural y natural teniendo en cuenta las particularidades de su territorio.
Un ejemplo: Título
del ACUERDO: Refugio Natural de la Peña Montañesa
Lugar: Refugio
Natural de la Peña Montañesa
Comunidad: Aragón
Provincia: Huesca
Municipio: Pueyo
de Araguas
Entidad de
custodia: Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos
Tipo de
acuerdo: Contrato de custodia del territorio