La República Democrática del Congo sufre una intensa explotación ilegal por parte de grupos armados de ciertos minerales claves para nuestra tecnología, cuya gran demanda alimenta graves conflictos humanitarios (guerra por el control de las minas, trabaja semiesclavizado, trabajo infantil, violaciones, etc) y ambientales (deforestación, matanza de especies en peligro de extinción, contaminación).
Apenas se
conoce que en España tenemos más de 50 millones de móviles en uso, y que en el
mundo se está llegando a los 7.000 millones de terminales activos. Para
satisfacer esta gran demanda global y fabricar móviles y otros dispositivos
tecnológicos se requieren componentes que incluyen minerales muy valiosos por
sus propiedades y escasez. Entre ellos se encuentran el coltán para
los condensadores, la casiterita para el estaño de los circuitos y
el tungsteno que hace vibrar los móviles.
Menos
conocido es el hecho de que parte de estos minerales se explotan ilegalmente en
el este de la República Democrática del Congo, donde se encuentran las
mayores reservas de coltán del mundo. La falta de controles en la explotación y
exportación de estos minerales ha facilitado la financiación de grupos
militares que se disputan el control del territorio y las minas. Este
conflicto ha provocado en las últimas 2 décadas unos 6 millones de
víctimas mortales, y millones de desplazados y refugiados, además de miles
de violaciones contra mujeres y niñas, trabajo infantil, niños soldados,
deforestación y destrucción de la selva, y matanza de especies en peligro de
extinción, entre otras lamentables consecuencias.
Como alerta
la doctora Jane Goodall primatóloga y Mensajera de la Paz de
Naciones Unidas, “la explotación ilegal de estos minerales provoca
graves masacres entre la población civil, el mantenimiento del conflicto armado
que mayor número de muertos ha provocao desde la II Guerra Mundial y ha
declarado que “como consumidores podemos marcar una gran diferencia con nuestra
elección de compra y el alargamiento de la vida útil de nuestros teléfonos,
promoviendo el reciclaje de los mismos y la reducción de la demanda de recursos
extraídos ilegalmente, muchas veces utilizando mano de obra forzada o infantil,
o en condiciones de gran inseguridad y precariedad, destruyendo al mismo tiempo
zonas que son hábitats de especies en peligro de extinción como los chimpancés
y los gorilas”
Por todo ello, el Instituto Jane Goodall en España promueve a través de su equipo de voluntarios la campaña de reciclaje de móviles “Movilízate por la selva”, cuyo objetivo es sensibilizar a la ciudadanía y disminuir la huella ecológica y social de nuestra alta demanda tecnológica, así como contribuir mediante el reciclaje a financiar proyectos educativos y de conservación en la cuenca del Congo. Todos los fondos obtenidos por el reciclaje de móviles son destinados por el Instituto Jane Goodall a proyectos solidarios en África, entre los que se cuentan programas de apoyo a niños con discapacidades y a niñas violadas, así como programas de reforestación y de rescate de chimpancés traficados.
Por todo ello, el Instituto Jane Goodall en España promueve a través de su equipo de voluntarios la campaña de reciclaje de móviles “Movilízate por la selva”, cuyo objetivo es sensibilizar a la ciudadanía y disminuir la huella ecológica y social de nuestra alta demanda tecnológica, así como contribuir mediante el reciclaje a financiar proyectos educativos y de conservación en la cuenca del Congo. Todos los fondos obtenidos por el reciclaje de móviles son destinados por el Instituto Jane Goodall a proyectos solidarios en África, entre los que se cuentan programas de apoyo a niños con discapacidades y a niñas violadas, así como programas de reforestación y de rescate de chimpancés traficados.
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