Cuando
circulamos por la carretera, a menudo observamos gatos, perros, zorros,
ardillas, erizos y otros animales muertos por atropello, ¿pero qué pasa con
todos los pequeños roedores que no alcanzamos a ver bajo las ruedas de nuestros
vehículos? Un equipo de científicos demuestra que el número de ratones de campo
que mueren aplastados asciende a 200 individuos por kilómetro y año, una parte
considerable de ellos en verano.
Ratón de
campo atropellado en la AP-51 a su paso por Ávila. / TEG-UAM
Los pequeños
mamíferos, como los ratones de campo, utilizan los bordes de la carretera como
refugio, más que el paisaje que estos atraviesan. Los taludes y terraplenes
amplios de las autopistas facilitan así el asentamiento de poblaciones densas
de roedores.
Más allá del
cobijo de las cunetas, el asfalto se convierte en una trampa mortal para miles
de roedores
Hasta ahora
se desconocía el número exacto de ratones que mueren atropellados, por eso,
investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) junto al Servicio de
I+D de la empresa de construcción española OHL, han realizado una estimación
precisa para tratar de resolver el misterio.
“La tasa de
mortalidad es de unos 200 individuos por kilómetro al año, una cifra bastante
más alta que las publicadas anteriormente”, apunta Juan E. Malo, miembro del
grupo de Investigación de Ecología y Gestión de Ecosistemas Terrestres del
departamento de Ecología de la UAM e coautor del estudio que se publica en Ecological
Research.
Para llegar
a este cálculo, los investigadores revisaron a pie cuatro kilómetros de la
AP-51 a su paso por Ávila durante un año. Para ello detuvieron incluso la
circulación gracias a la participación de la empresa concesionaria en el consorcio
del proyecto. Durante este periodo pudieron hacer experimentos precisos de
persistencia de cadáveres sobre el asfalto.
A diferencia
de otros estudios que realizaron recuentos de animales de modo conjunto con
otras especies de mucho mayor tamaño –con cadáveres más fáciles de detectar y
más persistentes en la carretera–, los científicos proponen ahora un método de
monitorización mucho más preciso (aunque más complejo y más caro).
“Los
protocolos utilizados pueden ser un ejemplo a seguir en casos en que deba
monitorizarse la mortalidad de animales de pequeño tamaño, como por ejemplo en
caso de especies protegidas en tramos atravesados por infraestructuras”, señala
Malo.
Los
investigadores revisaron a pie cuatro kilómetros de la AP-51 a su paso por
Ávila durante un año. Para ello detuvieron incluso la circulación. / TEG-UAM
En verano
aumentan los atropellos
Según el
trabajo, la cifra de atropellos de ratones de campo aumenta en verano, y
alcanza dicha cifra en la autopista analizada pese a que solo circulan unos
8.100 vehículos al día por ella, “un número relativamente bajo para una
autopista”, añade el experto.
Los
atropellos ponen en peligro a otras especies de mayor tamaño que se aproximan a
la carretera a alimentarse de los cadáveres.
El mayor
número de atropellos de ratones en verano se debe a que en esa estación “los
animales se mueven más, aprovechando los meses cálidos y secos para adentrarse
en lugares fuera de su territorio vital habitual”, apunta el investigador.
Los
científicos abordaron la cuestión de si los bordes de carretera ejercen de
trampas ecológicas para las poblaciones de pequeños roedores: “En tal caso, las
especies se aproximarían a la carretera atraídas por la presencia de un hábitat
de apariencia favorable, pero la mortalidad asociada al atropello acabaría
generando una pérdida superior al beneficio obtenido”, explica Malo quien añade
que no es el caso de los ratones.
A pesar del
alto número de atropellos de ratones, “las poblaciones no parecen verse
comprometidas”, indica el trabajo. Sin embargo, el estudio de estas especies
resulta clave por la actividad que desempeñan en el ecosistema.
Al ser
presas de un gran número de depredadores, sus atropellos ponen en peligro a
estas otras especies de mayor tamaño que se aproximan a la carretera a
alimentarse de los cadáveres de los ratones y “a su vez sufren riesgo de
atropello”, concluye Malo.
Referencia bibliográfica:
Ruiz-Capillas, Pablo; Mata, Cristina; Malo, Juan E. “How many rodents die
on the road? Biological and methodological implications from a small mammals'
roadkill assessment on a Spanish motorway” Ecological Research 30(3):
417-427 DOI: 10.1007/s11284-014-1235-1 Mayo de 2015
El estudio
está enmarcado en un macroproyecto de I+D+i desarrollado por 16 Empresas y 15
Organismos Públicos de Investigación con financiación del Programa CENIT.
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