Un grupo de científicos ha descubierto una nueva
especie de mono, el titís de Milton, en una región remota de la selva
amazónica, en la ribera oriental del río Roosevelt, en Brasil. Sus ejemplares
presentan un característico color gris, con cola naranja muy brillante y
patillas ocres, unos colores que los diferencian de otras especies de su género,
el de los monos titís.
La especie fue avistada por primera vez en diciembre de 2010 por el investigador Julio César Dalponte, del Instituto para la Conservación de los Carnívoros Neotropicales, una organización no gubernamental brasileña. Como otros titís, la nueva especie vive en los árboles, donde se alimenta de fruta, y se estructura en grupos familiares compuestos por una pareja fiel y sus crías. Los monos suelen sentarse juntos en ramas, con sus largas colas colgando y entrelazadas.
El hallazgo se acaba de publicar en la revista científica brasileña Papéis Avulsos de Zoologia.
La especie, bautizada tití de Milton (Callicebus miltoni) en homenaje al
histórico primatólogo brasileño Milton Thiago de Mello, habita una pequeña
región en tierras bajas de la selva tropical. Desde su descubrimiento gracias a
una expedición promovida por la organización ecologista WWF,
ha sido estudiada por científicos del Programa de Liderazgo en Conservación, un
consorcio de las ONG Fauna & Flora International, BirdLife International y
la Wildlife Conservation Society.
Comparación entre el 'C. miltoni' y otras especies de
titís. / Stephen D. Nash
Como casi todas las nuevas especies que se descubren,
los titís de Milton ya están considerados en peligro. Estos animales no saben
nadar ni atravesar terrenos montañosos, por lo que están confinados en su
territorio, rodeado de ríos y colinas, según alertan hoy las ONG en un comunicado. Solo una cuarta parte de su hábitat, 5.000
hectáreas repartidas entre los estados brasileños de Amazonas y Mato Grosso,
está protegido por la legislación medioambiental brasileña.
Las ONG denuncian que la deforestación en la región es
alta y que los incendios también suponen una amenaza. Además, los científicos
advierten de la costumbre de algunos pueblos locales de capturar crías de mono
como mascotas, que son vendidas en ocasiones.
Las organizaciones alertan asimismo de que el Gobierno
brasileño planea nuevas carreteras y presas hidroeléctricas en el entorno.
"La selva está amenazada como nunca y será necesario trabajar duro —no
solo los conservacionistas, sino también el Gobierno y todos los sectores de la
sociedad— para asegurarnos de que este ecosistema forestal puede continuar
albergando una amplia biodiversidad y ayudando a regular el clima de nuestro
planeta", ha declarado Felipe Ennes Silva, uno de los científicos que
realizó el seguimiento de la especie.
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