Un estudio liderado por investigadores del CREAF y del
CSIC desvela que la pérdida de biodiversidad en ciudades no es el resultado del
azar sino de la poca tolerancia de la mayor parte de especies a las
alteraciones que conlleva la urbanización. Conocer qué aves están menos
preparadas a la vida de ciudad es prioritario para evaluar los efectos de
un futuro cada vez más urbanizado.
La biodiversidad de aves en un mundo cada vez más
urbanizado es un reto difícil de gestionar. Cuando un entorno se urbaniza se
destruyen los hábitats naturales, los alimentos y lugares de reproducción se
vuelven artificiales, y aumentan las molestias causadas por las personas y sus
mascotas. El resultado es que muchas especies acaban muriendo o huyendo a otros
lugares, lo que conlleva una pérdida de
biodiversidad. Sin embargo, unas pocas especies son capaces de “adaptarse”
a la vida de ciudad.
La condiciones urbanísticas favorecerán a las especies
generalista y perjudiará a las especies especialistas.
Ahora científicos del CREAF y del CSIC han publicado
un estudio en la revista Ecology Letters que desvela el porqué de la capacidad
de ciertas aves de volverse urbanitas, un aspecto que podría ser clave para
mantener la biodiversidad en entornos altamente urbanizados.
Halcón peregrino (Falco peregrinus) en la Sagrada Familia de Barcelona
Los expertos han comprobado que las aves que se
extinguen con la urbanización no lo hacen por azar sino porqué
toleran mal la urbanización. Si la urbanización es muy intensa y se sobrepasan
sus umbrales de tolerancia, la mayoría de especies desaparecerán. “Este
resultado era esperable, ya que la teoría evolutiva nos dice que las especies
están adaptadas a los ambientes en donde viven habitualmente pero raramente a
ambientes que les son nuevos”, comenta Daniel Sol, investigador del CSIC en el
CREAF.
Algunas
especies no solo toleran bien la urbanización sino que incluso perciben las
ciudades como oportunidades ecológicas.
Ser
generalista y no poner todos los huevos en la misma cesta ayuda a sobrevivir en
la ciudad
Según el nuevo estudio, la capacidad de vivir en las
ciudades se relaciona con dos propiedades: un nicho ecológico amplio, que
aumenta la probabilidad de encontrar alimento u otros recursos en el nuevo
entorno, y una estrategia reproductiva en que el esfuerzo reproductor se
distribuye en muchos eventos en vez en unos pocos. Aunque las razones no están
claras, esta estrategia reproductiva reduce el riesgo de fracaso reproductivo,
ya que evita poner “todos los huevos en una mismo cesta”, y favorece la
capacidad de aprendizaje, lo que ayudaría a explotar mejor ambientes nuevos en
donde el animal tiene poca información sobre los recursos y los enemigos. Sin
embargo, estas adaptaciones solo se encuentran en algunos grupos de aves.
Los córvidos, los columbiformes y los estúrnidos han
resultado ser las aves más tolerantes a la vida urbanita.
Planificar
ciudades para aumentar la biodiversidad urbanita
Según el estudio, teniendo en cuenta que se prevé un
aumento de la ocupación del suelo urbano de 1,2 millones de km2 en los primeros
30 años del siglo XXI, identificar las especies con mayor y menor capacidad de
volverse urbanitas es una de las prioridades para conservar los ecosistemas.
Aves exóticas como las cotorras argentinas (Myositta monachus) muy abundantes en Barcelona
“Este tipo de estudios pueden ser útiles en políticas
ambientales futuras. Por ejemplo, la planificación urbana podría tener en
cuenta las razones que hacen que los entornos urbanizados sean inhóspitos para
la mayoría de las especies y preservar los elementos de los hábitats naturales
que, cuando se alteran, actúan como filtros ambientales para la mayoría de las
especies”, añade Daniel Sol. Aunque el investigador apunta que lograrlo es
difícil en zonas que ya están muy urbanizadas, puede ser más sencillo en el
diseño de nuevos asentamientos urbanos en los que se prevea una rápida
expansión de suelo.
El siguiente paso para comprender esta destrucción de
biodiversidad en las urbes, apuntan los investigadores, es comprender por qué
las especies exóticas invasoras se asientan con éxito en las ciudades mientras
que las autóctonas tienen importantes dificultades.
Artículo. Daniel Sol, César González-Lagos,
Darío Moreira, Joan Maspons y Oriol Lapiedra. Urbanisation
tolerance and the loss of avian diversity. Ecology
Letters. DOI:
10.1111/ele.12297
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