Cuando un
río recibe las aguas de una depuradora, se pone de manifiesto su eficiencia. Un
grupo de investigación de la Universidad del País Vasco, en colaboración con el
instituto ICRA de Gerona, ha observado que las aguas de las depuradoras
influyen en el ecosistema fluvial.
Al tener
mayor cantidad de materia orgánica, incrementan la actividad de los organismos
que se alimentan de ella; y perjudican a otros porque no eliminan elementos
tóxicos, como fármacos.
A pesar de
que la función principal de las depuradoras de agua es limpiar las aguas
contaminadas derivadas de la actividad humana, “los efluentes se convierten en
fuente de muchos contaminantes en los ríos”, explica Ibon Aristi, investigador
del departamento de Biología Vegetal y Ecología de la UPV/EHU.
Ha estudiado
el impacto de uno de esos efluentes en el río Segre mediante la observación de
la comunidad fluvial, es decir, el análisis de su respuesta ante los
contaminantes de los efluentes.
Los
compuestos de los efluentes de las depuradoras podrían dividirse en dos grupos,
en relación con su influencia en el ecosistema fluvial:
- Generan e impulsan
la actividad en los organismos.
- Perjudican
o inhiben la actividad en los organismos.
El estudio del
impacto de uno de esos efluentes en el río Segre mediante la observación de la
comunidad fluvial arroja varias conclusiones ambientales.
En su
presencia, los organismos fluviales ven incrementada su actividad, ya que
favorecen su crecimiento.
A partir de
un punto, o concentración, sin embargo, pueden ser tóxicos. Una de las
funciones de las depuradoras es, precisamente, llevar la concentración de esos
compuestos a niveles aceptables.
Los
elementos del otro grupo, sin embargo, son contaminantes tóxicos, aquellos que
perjudican de una manera u otra a los organismos fluviales. En la investigación
se centraron en los fármacos disueltos en el agua.
Los fármacos
son considerados indicadores de todos los contaminantes tóxicos, pero hay que
entender que junto con los fármacos hay diversidad de compuestos tóxicos, y que
es el conjunto de ellos el que perjudica, como los metales pesados, pesticidas
y componentes de jabones. Ninguno de ellos es retirado en las depuradoras, pues
no están preparadas para ello.
Consecuencias
de la falta de eficiencia
Según han
podido observar, los contaminantes de un tipo y de otro afectan a diferentes
organismos de los ríos. La influencia de los compuestos asimilables la han
percibido principalmente en la respiración, es decir en el procesamiento de la
materia orgánica.
Cuando
aumenta la concentración de los asimilables, también aumenta la respiración. La
respiración es mucho mayor en el punto de unión del efluente de la depuradora donde
la concentración de compuestos asimilables es mayor que al ir río abajo, donde la
concentración de asimilables va disminuyendo, y con ella, la respiración.
Como
consecuencia de los contaminantes tóxicos, el nivel de producción de estos
seres es menor de la que debería haber en un punto concreto. La producción
suele depender del nivel de luz, ya que es imprescindible para realizar la
fotosíntesis. Al mezclarse con las aguas de depuradora, en cambio, no hemos
medido niveles de producción acordes a la cantidad de luz existente.
Además, que
estos organismos tenían activado un mecanismo para protegerse del estrés que
les producen los tóxicos.
La
investigación ha puesto de manifiesto que las depuradoras no son totalmente
eficientes, y es algo que se debería cuidar y mejorar en eficiencia ambiental,
si queremos mantener saludable la actividad de los ríos.
Como
conclusión, una reflexión:
Habría que
ver qué es más conveniente, si la situación actual, con muchas depuradoras
pequeñas, que dejan su impacto en numerosos tramos de río, o perjudicar menos
tramos mediante la construcción de menos pero mayores depuradoras.
"Menos
depuradoras pequeñas y más grandes".
Por otro
lado, también existe la posibilidad de aumentar la eficiencia de las
depuradoras, colocando filtros que recojan compuestos que en este momento no
limpian, por ejemplo.
Para ello, la
legislatura vigente debe ser más exigente. Mientras la ley no lo ordene, será
difícil que las depuradoras los implanten, dado su alto coste.
Referencia bibliográfica:
I. Aristi, D. von Schiller, M. Arroita, D. Barceló, L. Ponsatí, M. J.
García-Galán, S. Sabater, A. Elosegi, V. Acuña: “Mixed effects of effluents
from a wastewater treatment plant on river ecosystem metabolism: subsidy or
stress?”, Freshwater Biology, Volume
60, Issue 7, pages 1398–1410, July 2015. DOI: 10.1111/fwb.12576
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