La vida y su conservación

Las especies son esenciales en el funcionamiento de la vida en nuestra casa que es nuestro planeta; por eso, es importante conservarlas.
Con este objetivo, tenemos que saber cómo son, cómo se organizan en comunidades y cómo interactúan en los sistemas ecológicos.
En el último siglo XX, hemos visto degradaciones ambientales enormes: muchas especies en extinción o en drástica reducción de sus poblaciones, la destrucción o alteración rápida de sus ecosistemas y cambios nunca vistos en el clima del planeta. Esta gran crisis ambiental ha coincido con la disminución de las ciencias naturales en los centros académicos de referencia.

martes, 10 de noviembre de 2015

Las depuradoras deben ser más eficientes ambientalmente para evitar perjudicar el ecosistema de los ríos



Cuando un río recibe las aguas de una depuradora, se pone de manifiesto su eficiencia. Un grupo de investigación de la Universidad del País Vasco, en colaboración con el instituto ICRA de Gerona, ha observado que las aguas de las depuradoras influyen en el ecosistema fluvial. 



Al tener mayor cantidad de materia orgánica, incrementan la actividad de los organismos que se alimentan de ella; y perjudican a otros porque no eliminan elementos tóxicos, como fármacos.



A pesar de que la función principal de las depuradoras de agua es limpiar las aguas contaminadas derivadas de la actividad humana, “los efluentes se convierten en fuente de muchos contaminantes en los ríos”, explica Ibon Aristi, investigador del departamento de Biología Vegetal y Ecología de la UPV/EHU.


Ha estudiado el impacto de uno de esos efluentes en el río Segre mediante la observación de la comunidad fluvial, es decir, el análisis de su respuesta ante los contaminantes de los efluentes.


Los compuestos de los efluentes de las depuradoras podrían dividirse en dos grupos, en relación con su influencia en el ecosistema fluvial: 


- Generan e impulsan la actividad en los organismos.

- Perjudican o inhiben la actividad en los organismos.


 El primer grupo lo forman la materia orgánica y los nutrientes, los denominados asimilables.


El estudio del impacto de uno de esos efluentes en el río Segre mediante la observación de la comunidad fluvial arroja varias conclusiones ambientales.


En su presencia, los organismos fluviales ven incrementada su actividad, ya que favorecen su crecimiento.

A partir de un punto, o concentración, sin embargo, pueden ser tóxicos. Una de las funciones de las depuradoras es, precisamente, llevar la concentración de esos compuestos a niveles aceptables.


Los elementos del otro grupo, sin embargo, son contaminantes tóxicos, aquellos que perjudican de una manera u otra a los organismos fluviales. En la investigación se centraron en los fármacos disueltos en el agua.


Los fármacos son considerados indicadores de todos los contaminantes tóxicos, pero hay que entender que junto con los fármacos hay diversidad de compuestos tóxicos, y que es el conjunto de ellos el que perjudica, como los metales pesados, pesticidas y componentes de jabones. Ninguno de ellos es retirado en las depuradoras, pues no están preparadas para ello.


Consecuencias de la falta de eficiencia


Según han podido observar, los contaminantes de un tipo y de otro afectan a diferentes organismos de los ríos. La influencia de los compuestos asimilables la han percibido principalmente en la respiración, es decir en el procesamiento de la materia orgánica.


Cuando aumenta la concentración de los asimilables, también aumenta la respiración. La respiración es mucho mayor en el punto de unión del efluente de la depuradora donde la concentración de compuestos asimilables es mayor que al ir río abajo, donde la concentración de asimilables va disminuyendo, y con ella, la respiración.

Por otro lado, los contaminantes tóxicos afectan en mayor medida a los organismos fotosintéticos. 


Como consecuencia de los contaminantes tóxicos, el nivel de producción de estos seres es menor de la que debería haber en un punto concreto. La producción suele depender del nivel de luz, ya que es imprescindible para realizar la fotosíntesis. Al mezclarse con las aguas de depuradora, en cambio, no hemos medido niveles de producción acordes a la cantidad de luz existente. 


Además, que estos organismos tenían activado un mecanismo para protegerse del estrés que les producen los tóxicos.


La investigación ha puesto de manifiesto que las depuradoras no son totalmente eficientes, y es algo que se debería cuidar y mejorar en eficiencia ambiental, si queremos mantener saludable la actividad de los ríos.

Como conclusión, una reflexión:


Habría que ver qué es más conveniente, si la situación actual, con muchas depuradoras pequeñas, que dejan su impacto en numerosos tramos de río, o perjudicar menos tramos mediante la construcción de menos pero mayores depuradoras.


"Menos depuradoras pequeñas y más grandes".


Por otro lado, también existe la posibilidad de aumentar la eficiencia de las depuradoras, colocando filtros que recojan compuestos que en este momento no limpian, por ejemplo. 


Para ello, la legislatura vigente debe ser más exigente. Mientras la ley no lo ordene, será difícil que las depuradoras los implanten, dado su alto coste.


Referencia bibliográfica:

I. Aristi, D. von Schiller, M. Arroita, D. Barceló, L. Ponsatí, M. J. García-Galán, S. Sabater, A. Elosegi, V. Acuña: “Mixed effects of effluents from a wastewater treatment plant on river ecosystem metabolism: subsidy or stress?”, Freshwater Biology, Volume 60, Issue 7, pages 1398–1410, July 2015. DOI: 10.1111/fwb.12576


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