En una cueva de Barcelona descansaban los restos más
antiguos de un ejemplar de lince ibérico que habitó hace 1,6 millones de años.
El hallazgo no solo permite arrojar luz sobre los orígenes de uno de los
felinos más amenazados del mundo, sino que adelanta en medio millón de años la
aparición de esta especie en la península ibérica.
Reconstrucción en 3D del lince ibérico que habitó la
península ibérica hace 1,6 millones de años. / José Antonio Peñas (Sinc).
Medía entre 10 y 20 centímetros más y superaba en unos
10 kilos al lince ibérico que habita Doñana y Sierra Morena en la actualidad. Su pelaje era más
largo que lo habitual para soportar las temperaturas, que rozaban de manera
constante la congelación. Un estudio retrata así uno de los primeros linces
ibéricos que vivieron en nuestro país.
El descubrimiento adelanta en 500.000 años la
aparición de este felino en la península ibérica
Entre los huesos de caballo, cabra, ciervo, mamut
lanudo, zorro y lobo que atesoraba la cueva de Avenc Marcel, en el macizo de
Garraf en Barcelona, se encontraba parte de un cráneo fosilizado de un ejemplar
de lince ibérico (Lynx pardinus), el más antiguo encontrado hasta la
fecha, y cuyo hallazgo fue obra del científico Manel Llenas en 2003.
Los restos fósiles de este felino atestiguan su
presencia hace entre 1,6 y 1,7 millones de años en la Península. Hasta ahora,
los científicos habían datado la aparición del lince ibérico en entre 1 y 1,1
millones de años, por lo que su descubrimiento adelanta en 500.000 años la
aparición de este felino en la península ibérica.
“Hemos confirmado esta edad temprana con estudios
previos moleculares que estimaban la aparición del lince ibérico en el
Pleistoceno Inferior en la península ibérica”, asegura Alberto Boscaini,
investigador en el Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusafont y autor
principal del estudio que publica Quaternary Science Reviews.
Cronología de una separación
Pero es necesario retroceder en el tiempo para
entender el origen de la especie más emblemática de la Península, que además es
uno de los felinos más amenazados del mundo, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza UICN.
El ancestro común a todas especies de lince, Lynx
issiodorensis, se originó en Norteamérica hace unos cuatro millones de
años y se expandió hacia el continente asiático y europeo, donde persistió a lo
largo del tiempo. Estas especies experimentaron pocos cambios, y el más
evidente fue la disminución del tamaño.
'Lynx pardinus' pudo haberse originado por el
aislamiento en la península ibérica durante uno o sucesivos eventos glaciales
La primera especie de lince en separarse fue Lynx
rufus, hace unos 2,5 millones de años, que se dispersó por su área
norteamericana. En Asia, surgió Lynx lynx, que más adelante se extendió
por Europa, y hace unos 200.000 años por el norte de América dando lugar a Lynx
canadensis, que desplazó a Lynx rufus hacia el sur.
La población europea de L. issiodorensis dio
lugar hace 1,5 millones de años a Lynx pardinus, que ha sufrido
pocos cambios genéticos desde entonces y que sigue habitando hoy la Península.
Según los científicos, este pudo haberse originado por el aislamiento en la
península ibérica durante uno o sucesivos eventos glaciales.
La nueva datación ofrecida por el estudio –1,6
millones de años– coincide con la época en la que todo el sur de Europa, y
especialmente la península ibérica, se convirtieron en un refugio climático
ante las glaciaciones del Cuaternario.
Estas se alternaron con dinámicas interglaciales que
“modificaron enormemente las relaciones de la fauna y de los grandes mamíferos
que la habitaban”, añade el experto.
Este refugio también fue el hogar de los conejos
europeos (Oryctolagus cunilus), principal presa del lince ibérico en más
del 75% de los casos. Los análisis morfológicos del cráneo hallado en Cataluña
confirman el tipo de alimento que consumía el felino.
“Otras características craneanas, relacionadas con la
dieta de este carnívoro, testimonian que el lince ibérico cazaba presas de
tamaño pequeño, como lagomorfos y roedores, largamente distribuidos en aquel
periodo”, señala el investigador.
Según el trabajo, la especiación del lince ibérico
podría entonces vincularse a la dieta especialista que aún se observa en los
ejemplares que viven en la actualidad, cuya principal presa sigue siendo el
conejo.
Referencia bibliográfica:
Boscaini, Alberto; Madurell-Malapeira, Joan; Llenas,
Manel; Martínez-Navarro, Bienvenido. “The origin of the critically
endangered Iberian lynx: Speciation, diet and adaptive changes” Quaternary
Science Reviews 123: 247-253 DOI: 10.1016/j.quascirev.2015.07.001
septiembre de 2015
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