La vida y su conservación

Las especies son esenciales en el funcionamiento de la vida en nuestra casa que es nuestro planeta; por eso, es importante conservarlas.
Con este objetivo, tenemos que saber cómo son, cómo se organizan en comunidades y cómo interactúan en los sistemas ecológicos.
En el último siglo XX, hemos visto degradaciones ambientales enormes: muchas especies en extinción o en drástica reducción de sus poblaciones, la destrucción o alteración rápida de sus ecosistemas y cambios nunca vistos en el clima del planeta. Esta gran crisis ambiental ha coincido con la disminución de las ciencias naturales en los centros académicos de referencia.

viernes, 8 de abril de 2016

Más de 1 de cada 8 especies de aves del planeta se encuentran en peligro de extinción.



Ello significa que de las 10 000 especies de aves catalogadas, más de 1250 especies se encuentra en peligro de extinción.

El descenso de las poblaciones de aves evidencia el rápido deterioro que sufre el medio ambiente global
No obstante, los éxitos obtenidos en la recuperación de algunas especies amenazadas demuestran que la restauración del planeta es posible, y a un coste relativamente pequeño, concluye el informe «Estado de las Aves del Mundo», elaborado por las 121 ONGs, los 13 millones de socios y los 7.000 grupos locales que integran BirdLife International

BirdLife International, en su Congreso Mundial celebrado en Ottawa (Canadá) ha ha sido clara «Las aves se enfrentan a numerosos peligros. Sin embargo, la degradación del hábitat -en buena parte por las prácticas agrícolas- y el impacto de los taxones invasores constituyen los motores más importantes del deterioro».
BirdLife International es la autoridad designada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) para informar sobre las aves que deben ser incluidas en la Lista Roja de especies en extinción. 

En la última revisión, se «colaron» 1.313 taxones (uno de cada ocho del total mundial). 

De ellos, 189 fueron clasificados como En Peligro Crítico. 

Desde el siglo XVI, recalcan, se estima que se han perdido 150 especies de aves, «un ritmo de desaparición que supera varias veces la pauta natural de extinción».

Entre los grupos más afectados destacan, por ejemplo, los albatros (el 77% de los taxones existentes atraviesan serias dificultades de supervivencia), las grullas (73%), las cotorras (29%), los faisanes (21%) y las palomas (20%). 


El águila monera filipina está en una situación CRÍTICAMENTE AMENAZADA (2015), el paso a la extinción. En la segunda foto se refleja la esperanza, un adulto con un pollo en el nido. Su figura adorna las monedas de Filipinas.

En general, las aves de gran tamaño y las que tienen tasas de reproducción bajas o territorios reducidos suponen las poblaciones más vulnerables.

El mensaje positivo que ha dejado el Congreso Mundial de BirdLife International ha sido que la conservación funciona. «El coste real de proteger y gestionar las 12.000 IBA (Áreas Importantes para las Aves y la Biodiversidad) que hay en todo el mundo -y que ocupan entre un 6% y un 15% de la superficie terrestre de cada continente- sería de 57.000 millones de dólares por año

Una suma que puede parecer alta, pero que resulta insignificante en comparación con los presupuestos de los gobiernos», señala Stuart Butchart, jefe de Ciencia de la organización.

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