La vida y su conservación

Las especies son esenciales en el funcionamiento de la vida en nuestra casa que es nuestro planeta; por eso, es importante conservarlas.
Con este objetivo, tenemos que saber cómo son, cómo se organizan en comunidades y cómo interactúan en los sistemas ecológicos.
En el último siglo XX, hemos visto degradaciones ambientales enormes: muchas especies en extinción o en drástica reducción de sus poblaciones, la destrucción o alteración rápida de sus ecosistemas y cambios nunca vistos en el clima del planeta. Esta gran crisis ambiental ha coincido con la disminución de las ciencias naturales en los centros académicos de referencia.

jueves, 4 de diciembre de 2014

La fiebre verde llega a la publicidad



Los consumidores cada vez están más interesados por la sostenibilidad y cada vez más gente se engancha a las iniciativas de protección de la naturaleza. Lo que hay que pensar ahora es cuál es el valor que da lo verde a una marca global.

Una encuesta realizada en 2004 por el instituto de estudios de mercado Imas afirma que “la gran mayoría no está de acuerdo con el comportamiento de las empresas en nuestra sociedad”. Sin embargo, la misma encuesta muestra que “sólo un 13% de los encuestados considera prioritaria la actitud ética de una empresa”. Incluso va más lejos: los consumidores suelen dar por sentado (y sin pruebas) que las empresas de sus marcas favoritas “mantienen elevados estándares de comportamiento ético”.
Así pues, ¿tanto empresas como consumidores tratamos de mantener limpia nuestra conciencia sin actuar realmente? Sea como sea, la presión sobre las empresas respecto a su actitud social ha aumentado, y no sólo en el ámbito medioambiental. 

Si la ética y la conciencia ecológica no han cambiado sus procesos, al menos sí ha cambiado su comunicación: “Muchas de las actividades que vemos ahora son eventos de marketing que apelan a la conciencia de los consumidores para aumentar las ventas”, critica el especialista en comunicación Michael Reinert.
El impacto de la fiebre verde sobre las marcas
Greg Silverman, vicepresidente senior de documentación de Interbrand comenta a BrandChannel que el grado de impacto en el valor de la marca depende de la industria de cada empresa “porque la conexión fundamental entre la marca y su valor es la piedra angular de futuros aprendizajes y en muchas categorías lo verde es más importante para el negocio y en otras lo es mucho menos”.
También ha comentado que todo depende de la sustancia del programa. “Ninguna estrategia pobremente ejecutada se puede catalogar como buena. La eficacia del programa es el factor más importante. Lo verde puede ser bueno, siempre y cuando esté bien planificado”.
Un ejemplo de buena planificación es la que lleva a cabo la firma de estrategias de marketing GreenOrder, que ha conseguido ayudar a las empresas que se encuentran más arriba en el ranking de las 100 mejores marcas globales a maximizar su sostenibilidad.
Una empresa que está en lo más alto de esa lista y que ha sido aconsejada por GreenOrder ha sido Toyota, que ha conseguido llegar a altísimas cotas de credibilidad y negocio gracias a sus nuevas políticas más verdes. GreenOrder también se ha encargado de las estrategias de marketing de Honda.
“Por el relieve de sus mensajes, los consumidores son más propensos a conocer sobre los logros de Toyota. Esto juega mucho a favor de la estrategia que han escogido y es una de las circunstancias que está influyendo de manera decisiva en sus comunicaciones, estilo, valores, objetivos….”, declara el fundador y CEO de GreenOrder, Andrew Shapiro.
 
Con cuidado
Sin embargo, hay que ser muy cuidadoso con la manera en que se crea una imagen sostenible. “Muchas compañías tratan de subirse al vagón de la sostenibilidad porque prevén que puede ser un gran impulso para sus ventas, con lo que exponen en multitud de mensajes su preocupación por el medio ambiente”, comenta Shapiro.
Greenwashing como estrategia para aumentar las ventas sin tener en su visión y valores la protección del entorno ambiental ni en su praxis de negocio el respeto por el medio ambiente
“No creo que esas estrategias tan vacías vayan a calar hondo en los consumidores, ya que éstos cada vez están más concienciados y se informan muchísimo mejor de las operaciones que cada empresa lleva a cabo. Desde luego, saben cuándo una compañía dice que se preocupa por el medio ambiente pero luego no hace nada al respecto.”

Un ejemplo de reacción negativa al greenwashing es la acusación de Greenpeace Alemania al fabricante de automóviles Daimler de “utilizar el tema del cambio climático para limpiar su imagen”. Daimler fue patrocinador del evento Live Earth, un macroconcierto que tuvo lugar en varias ciudades del mundo y cuyo fin fue llamar la atención sobre el cambio climático, auspiciado por Al Gore, Bono, Bob Geldof y otros apóstoles de la conciencia.

Daimler se anunció como “el único fabricante de coches de todo el mundo que, con Smart, es patrocinador del concierto Live Earth” y promocionó el Smart como CO2 Champion. Sin embargo, el Smart emite 88 gramos de dióxido de carbono por kilómetro recorrido, lo que no es “ningún logro” en opinión de Greenpeace. Además, más del 90% de los coches fabricados por esta casa emiten demasiado CO2. El Clase C, su modelo más vendido, supera ampliamente el límite establecido por la Unión Europea, que se sitúa en 140 gramos por kilómetro.
Y es que hay que ser consecuente con lo que se dice y se lleva a la práctica. En algunas regiones como China, Hong Kong, India y Latinoamérica, las encuestas dicen que la principal preocupación de su población es el cambio climático. Sin embargo, son enormes las cantidades de CO2 que estos países envían a la atmósfera.

Incluso en los países más desarrollados, como Gran Bretaña, Alemania o EEUU, existe un cinismo impresionante, puesto que las empresas rezan a diestro y siniestro sus logros ambientales al mismo tiempo que son las más contaminantes del globo. Pero eso, claro está, no puede afectar a su imagen en absoluto.
“Si no tuviese nada que ver con los beneficios ¿Sería la sostenibilidad uno de los valores clave de las empresas?”, se preguntan desde Interbrand, “por ejemplo, si nosotros vamos a volvernos verdes ¿es porque el cliente quiere que seamos verdes o porque tenemos la conciencia plena de que queremos serlo? Lo más importante es concienciarse con el medio ambiente, no seguir una tendencia pasajera”, sentencian.

Aprendiendo a vivir con el fuego



Muchos científicos expertos en incendios piensan que el fuego es un elemento  que desempeña un papel natural en determinados ecosistemas y que, por lo tanto, se le debe dejar actuar durante los incendios forestales. Otros piensan que las técnicas de gestión forestal o las quemes controladas pueden ser una buena herramienta de control frente a los grandes incendios forestales. La revista Nature publica una revisión sobre este tema que firma un equipo internacional con la participación de un investigador del CREAF.

Necesitamos una estrategia de planificación orientada a aprender a convivir con los incendios

Una nueva revisión científica publicada hoy en la revista Nature, que firma el investigador CREAF Enric Batllori, señala que este debate es sólo una pequeña parte de un problema mucho mayor relacionado con el fuego: nuestra sociedad será cada vez más vulnerable a los incendios, a menos que cambie su enfoque fundamental en la lucha contra el fuego y empiece a convivir con este fenómeno como un proceso natural.

La revisión examina los resultados de investigación de tres continentes, desde el punto de vista natural y social. Los autores concluyen que las políticas de lucha contra el fuego que promueven los gobiernos y el cambio de usos del suelo, en realidad, fomentan el desarrollo de paisajes cada vez más peligrosos y multiplican con el tiempo la pérdida de vidas humanas.


“A nadie se le ocurre luchar contra los terremotos” – tratamos de anticiparnos a ellos en la forma en que planificamos las comunidades o construimos los edificios, y nos preparamos para las emergencias. En cambio, no tenemos la misma consideración con el fuego, y deberíamos tenerla, según nuestra opinión”, asegura el investigador Max Moritz, de la Universidad de Berkeley. “Solo podremos reducir la pérdida de vidas humanas cuando planifiquemos los usos del suelo contando con los incendios, igual que tenemos en cuenta al resto de desastres naturales, como las inundaciones, los huracanes o los terremotos.”

 
Los incendios forestales son una parte natural de muchos ecosistemas y pueden tener una influencia positiva a largo plazo en un paisaje, por lo tanto, según los autores, es importante no tratar de parar completamente estos incendios.



El análisis se ha centrado en los diferentes tipos de incendios naturales, en cómo se comportan en cada ecosistema, en la forma en que responden las diferentes comunidades humanas, y en el análisis de las zonas de transición urbano-forestal. Los autores hallaron infinitas variaciones sobre cómo estos factores están interactuando entre sí.

Los incendios forestales son una parte natural de muchos ecosistemas y pueden tener una influencia positiva a largo plazo en un paisaje, por lo tanto, según los autores, es importante no tratar de parar completamente estos incendios.

“En seguida vimos que no existe una forma genérica que solucione el problema de los incendios”, comenta Moritz. “La reducción del combustible forestal puede ser una estrategia útil para lugares específicos, como en los bosques secos de coníferas de California. Pero cuando hemos miramos en general las regiones propensas a los incendios en todo el oeste de Estados Unidos, Australia y la cuenca del Mediterráneo, nos hemos dado cuenta de que se necesita una estrategia de planificación mucho más orientada a aprender a convivir con el fuego.”

Planificando cómo convivir con el fuego

Si los seres humanos eligen vivir en regiones propensas al fuego, el fuego debe ser gestionado de la misma forma que se gestionan otros desastres naturales. La ciencia y la sociedad tiene ahora que tratar de comprender sobre qué factores podemos o no podemos incidir como humanos, y planificar el territorio y la sociedad con el objetivo de convivir con el fuego.

Consulta el articulo:


Predators and isolation shape the evolution of 'island tameness,' providing conservation insights

Charles Darwin noted more than 150 years ago that animals on the Galapagos Islands, including finches and marine iguanas, were more docile than mainland creatures. He attributed this tameness to the fact that there are fewer predators on remote islands.


While "island tameness" is an old idea, there have been few rigorous studies of the phenomenon. Many aspects remain unclear, including the mechanisms behind it and the speed at which it evolves in island populations.

A new University of Michigan-led study of Aegean wall lizard populations on 37 Greek islands shows that island tameness is determined by both the diversity of the local predator populations and the length of time an island has been separated from the mainland.

 

The researchers found that as the diversity of predators on an island increases, so does the distance at which these small lizards start to flee when they are approached -- an anti-predator response which scientists call the flight initiation distance. In addition, they found that the longer an island has been isolated from the mainland, on average, the longer its resident Aegean wall lizards will wait before fleeing from a predator.


The results suggest that animals living on small, long-isolated islands face the greatest risk from introduced predators -- such as feral cats and rats -- and should therefore receive priority in conservation efforts, said U-M vertebrate ecologist Johannes Foufopoulos, co-author of a paper scheduled for online publication in the journal Evolution on Dec. 1.

 

"Being so fearless, these populations are extremely susceptible to any novel predator that's introduced. In fact, island tameness has caused numerous island-species extinctions at the hands of human-introduced predators and pets," said Foufopoulos, an associate professor at the U-M School of Natural Resources and Environment.

"Determining what factors lead to the loss of effective anti-predator responses is critical because it provides a fundamental understanding of evolutionary processes on islands and also helps conservation managers predict which island species are at most risk," he said.


The first author of the Evolution paper is Kinsey M. Brock, who conducted the lizard study for her graduate thesis at the School of Natural Resources and Environment. "This is the first study to systematically test for the ecological factors that drive island tameness and the rate at which it can occur," she said.


The study compared anti-predator responses of Aegean wall lizard populations on the Cyclades Islands in the central Aegean Sea to the composition of the predator communities and the isolation history of each island.


Site surveys were conducted to determine the resident lizard predators, which included rats; birds; vipers, sand boas and other snakes; feral cats; and stone martens.

Bathymetric data derived from navigation charts, targeted sonar measurements, and geomorphological reconstructions of past sea levels were used to determine how long each island has been separated from the Greek mainland. Some of the oldest islands have been cut off from the mainland for more than 450,000 years.

The researchers looked at how skittish the lizards were by measuring flight initiation distance, and they examined the likelihood that lizards will shed their tails by gently squeezing lizard tails between calipers in the laboratory. Tail-shedding, also know as tail autotomy, is a common but energetically costly anti-predator defense among lizards, who jettison the wriggling appendage when attacked and later grow a new tail.

 


Both the fear response and the propensity for tail-shedding were strongly associated with predator diversity on an island: The fewer predators present, the longer the lizards wait to flee and the weaker their tail-shedding ability.

"It would be evolutionary disadvantageous to shed your tail in a predator-free environment, as the fitness costs range from lowered social status to reduced locomotor ability and susceptibility to parasites," Brock said.

The study showed that not all predators were equally important in shaping behavior. Fast-moving predators, such as mammals and hawks, were much more influential than sit-and-wait predators, such as vipers, in driving the evolution of shy, flighty lizards.


"This makes sense, as shyness is going to be a much less effective response against sit-and-wait predators that remain hidden until the prey is within striking distance," Foufopoulos said. The researchers also found that because larger islands tend to support more diverse predator populations, anti-predator responses were most dramatically lost on small, predator-poor islets. And lizards on the oldest islands tended to be the most fearless.

"In summary, our results indicate that loss of anti-predator defenses is a serious problem for island organisms and suggest that small, long-isolated island populations stand at the highest risk from invasive predators and, as such, should receive priority in conservation efforts," Brock said.

The other authors of the Evolution paper are Peter Bednekoff of Eastern Michigan University and Panayiotis Pafilis of the University of Athens. The title of the paper is "Evolution of antipredator behavior in an island lizard species Podarcis erhardii (Reptilia: Lacertidae): the sum of all fears?"

The study received financial support from the School of Natural Resources and Environment, the U-M Museum of Zoology, the U-M International Institute and the SNRE Envoys.

Journal Reference:

  1. Kinsey M. Brock, Peter A. Bednekoff, Panayiotis Pafilis, Johannes Foufopoulos. Evolution of antipredator behavior in an island lizard species,Podarcis erhardii(Reptilia: Lacertidae): The sum of all fears? Evolution, 2014; DOI: 10.1111/evo.12555


Cory's shearwater is able to provide immune protection to its offspring up to six years after being vaccinated


Cory’s shearwater is able to provide immune protection to its offspring up to six years after being vaccinated against a pathogen, research shows. Cory's shearwater (Calonectris borealis) is a seabird that breeds annually in remote islets and  islands. Characterized by long life expectancy, the species reaches sexual maturity after six years and its reproductive rate is very low (one chick per year).

A study published in the journal The American Naturalist indicates that Cory's shearwater is able to provide immune protection to its offspring up to six years after being vaccinated against a pathogen. The paper is signed by Raül Ramos and Jacob González Solís, from the Department of Animal Biology of the University of Barcelona (UB) and the Biodiversity Research Institute (IRBio), together with Romain Garnier, from Princeton University (United States), and Thierry Boulinier, from the Centre of Evolutionary and Functional Ecology in Montpellier (France).
Cory's shearwater (Calonectris borealis) is a seabird that breeds annually in remote islets and islands. Characterized by long life expectancy, the species reaches sexual maturity after six years and its reproductive rate is very low (one chick per year). "With these characteristics, the consequences of an infection outbreak on a colony of seabirds may be devastating; it may be a threat to the restoration and viability of the affected population," says Jacob González Solís.

The scientific team has studied seabirds' immune response to a vaccine against Newcastle disease virus. The researcher Raül Ramos, first author of the article, explains that "the study simulates a viral infection with a vaccine and examines the species' immune system in order to know how to act in case of real infection."

Immune response in chicks and females

The study was conducted in a Cory's shearwater colony in the island of Gran Canaria (Canary Islands) from 2008 to 2013. Authors evaluated the persistence of immunoglobulins or antibodies in mothers through time. The research has extended the results of a previous study developed by the same research team in 2011 which was focused on immunoglobulin persistence during chick growth.

To be exact, in 2008, researchers developed the first vaccination campaign in thirty females. Then, in 2010, they repeated it in a limited number of females to observe if a second exposure to the pathogen generated a quicker and more persistent response.

Chicks are protected six years after the vaccination

Results show that mothers are still able to transfer immunoglobulins to chicks six years after a vaccination, protecting their offspring against the pathogens that might infect the population. "Immunoglobulins are of female origin and maternal antibodies are transferred only when the egg yolk is formed," points out Raül Ramos. "In the case of chicks, the average lifetime of immunoglobulins is twenty-five days."

Besides extraordinary antibody persistence in vaccinated females, the study evidences a direct correlation between the amount of antibodies that the mother has when hatching and the amount received by the shearwater chick. In other words, the chick that is born during the year when the mother is vaccinated receives a great amount of antibodies. However, the chick of a female that was vaccinated years ago receives fewer antibodies and they are lost quicker during growth.

"Immunoglobulin levels in females are significant up to six years after the vaccination -- highlights Ramos -- , whether it is a double vaccination or not. Therefore, it would not be necessary to vaccinate again females to improve offspring's survival against infection outbreaks." According to experts, this mechanism of high antibody persistence in blood may be an evolutionary strategy to avoid reinfection in seabird colonies that always breed in the same colonies and are recurrently exposed to the same pathogens.

The study developed by the UB research group that studies immune response in Corey's shearwater populations is a key research to establish demographical models that facilitate the survival of world's seabirds against possible infection outbreaks. This happens, for instance, to the Amsterdam albatross (Diomedea amsterdamensis), a species that inhabits the islands of the Indian Ocean and is threatened by the avian cholera, an infectious disease caused by the bacteria Pasteurella multocida.

"Prevention is a key factor for these species, which are not generally exposed to predators. They are seabirds that breed in dense colonies, so a pathogen can easily spread if one individual gets infected. In the future, the experimental protocol will be used to study other seabird species of the order Procellariiformes (storm petrel, albatross, etc.) to observe if there is a similar pattern and compare it with species of other taxonomic orders, such as seagulls, cormorants or penguins," explain UB authors.

Journal Reference:
Raül Ramos, Romain Garnier, Jacob González-Solís, Thierry Boulinier. Long Antibody Persistence and Transgenerational Transfer of Immunity in a Long-Lived Vertebrate.    The American Naturalist, 2014; 184 (6): 764 DOI: 10.1086/678400