La vida y su conservación

Las especies son esenciales en el funcionamiento de la vida en nuestra casa que es nuestro planeta; por eso, es importante conservarlas.
Con este objetivo, tenemos que saber cómo son, cómo se organizan en comunidades y cómo interactúan en los sistemas ecológicos.
En el último siglo XX, hemos visto degradaciones ambientales enormes: muchas especies en extinción o en drástica reducción de sus poblaciones, la destrucción o alteración rápida de sus ecosistemas y cambios nunca vistos en el clima del planeta. Esta gran crisis ambiental ha coincido con la disminución de las ciencias naturales en los centros académicos de referencia.

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Canarias, privilegio al contar con numerosas especies de cetáceos: nuevo avistamiento de ballena azul.


Canarias tienen el privilegio de contar con gran variedad de delfines y ballenas.
Los científicos han identificado en aguas canarias hasta la fecha cerca de 29 especies diferentes de cetáceos, de las cerca de 79 conocidas en el mundo, lo que supone un 34 % de la diversidad mundial y convierte a estas aguas en muy especiales y casi únicas para la observación de cetáceos.
Gracias a esta generosidad de la naturaleza con las aguas canarias se ha generado un importante sector turístico especializado en whale watching.

 
Un grupo de investigadores de la Universidad de La Laguna y el zoólogo Álvaro Astica han avistado nuevamente en aguas próximas a Lanzarote y Fuerteventura una ballena azul, el animal más grande que habita nuestro planeta. Se trata de una especie especialmente poco frecuente con presencias rarísimas. 

El avistamiento se produjo a ocho millas náuticas al Este del estrecho de la Bocayna, que separa estas dos islas canarias - Lanzarote y Fuerteventura -, durante una de las salidas que este fin de semana llevó a cabo el barco del Instituto Canario de Estudios de la Naturaleza de Fuerteventura (ICENAI) con cuatro biólogos de la Universidad de La Laguna, que esta semana finalizaron en la isla majorera una campaña del proyecto Canarias con la Mar, financiado por la Fundación Biodiversidad, el Ministerio de Medio Ambiente (MAGRAMA), el Gobierno de Canarias y el Cabildo de Fuerteventura.

Es de una enorme importancia de encontrar a este mítico animal en esta zona. Este año ha sido muy importante para esta especie en Canarias. En primavera se vieron algunas en aguas de Tenerife, y ahora aquí frente a Fuerteventura, lo que indica que la ballena azul podría haber comenzado a utilizar el archipiélago en su migración hacia el norte en primavera, y de regreso a aguas tropicales en otoño.

La tripulación de científicos, que considera estas aguas com la más ricas de Europa en fauna marina, ha bautizado al enorme mamífero con el nombre de Esperanza, al ser avistado dentro de la zona propuesta por el estado español como Lugar de Interés Comunitario (LIC) ante la Unión Europea.
 
 

El avistamiento de esta ballena azul profundiza más en la polémica que se ha puesto de manifiesto últimamente al encontrarse este LIC muy próximo a los cuadrantes donde la empresa Repsol pretende llevar a cabo las polémicas prospecciones petrolíferas cuyo fuerte  impacto ambiental es evidente - el ruido generado, la potencial sismicidad y el hecho de extraer recursos tan contaminantes como hidrocarburos en forma de petróleo.

El Ministerio de Industria defiende  la explotación del petróleo en aguas canarias y ha otorgado el permiso a Repsol para realizar las prospecciones, una vez ha sido declarada positiva Declaración de Impacto Ambiental (DIA)  por parte del Ministerio de Medio Ambiente. Posteriormente, unos días después de la otorgación de este permiso a Repsol se enviaba finalmente a la Comisión Europea la propuesta de la reserva marina (LIC) de Lanzarote y Fuerteventura, que había estado bloqueada hasta ese momento. El estudio previo a la propuesta de este LIC canario se elaboró por el Life-Indemares, financiado por la Unión Europea.
 


La vulnerabilidad del rorcual azul recién avistado, así como de las otras especies de cetáceos y fauna marina en el área, aboga claramente para que esta zona sea protegida para la conservación de la fauna marina, muy sensible a los ruidos y la posible contaminación que generaría la explotación del petróleo. Ello - según los científicos - es incompatible, máxime si desde el propio Ministerio de Medio Ambiente se ha propuesto la zona como LIC.

  
 
Un informe de la SECAC (Sociedad para el Estudio de los Cetáceos en el Archipiélago Canario) presentado por el Cabildo Insular de Fuerteventura ante la UE, señala la incorrecta estimación de la Declaración de Impacto Ambiental, emitida por el Ministerio de Medio Ambiente (MAGRAMA), respecto a las distancias mínimas y los umbrales de ruido por debajo de los cuales no se produce afección a los cetáceos y la consiguiente determinación del radio de seguridad para los mismos.

El avistamiento de esta ballena azul agudiza la polémica sobre la insuficiencia de las medidas correctoras para cetáceos propuestas por el MAGRAMA. Todo indica que se aplica erróneamente el parámetro para establecer en torno a los pozos la zona de exclusión de estos mamíferos marinos protegidos. Según los informes del Cabildo Insular de Fuerteventura si se estableciese una zona de exclusión calculada por especialistas y con criterios científicos este área se extendería varios kilómetros desde los pozos entrando ampliamente en el interior de la reserva marina LIC. 
 
 

 

Por ello, el Cabildo de Fuerteventura ha presentado una queja en la Unión Europea, pues considera que si las alegaciones de la SECAC hubieran sido escuchadas por el Ministerio de Medio Ambiente se debería haber reconocido un impacto significativo y apreciable sobre los valores naturales del LIC.

Aplicando el articulo 45.5 y 45.6 de la ley 42/2007, que traspone el articulo 6.4 de la Directiva Habitats (UE), se obligaría a justificar la falta de soluciones alternativas. Y por ello para conceder los permisos a la petrolera hubiera sido necesario declarar las propecciones como ¨de imperioso interés público¨, y otorgarlos mediante una Ley o un acuerdo del Consejo de Ministros, pero previa consulta a la Comisión Europea, ya que la zona alberga hábitats y especies de interés prioritario.

 Este avistamiento señala, una vez más, la importancia para los cetáceos de las Islas Canarias, según los científicos. La ballena azul (Balaenoptera musculus) pertenece a la familia de los rorcuales, que en latín se llaman Balaenopteridae (Balaena=ballena, aptera=con alas), debido a que son altamente hidrodinámicas y tienen las aletas pectorales largas. Una ballena azul nace con una longitud de entre 6 y 7 metros y un peso de hasta 4 toneladas, y crece hasta un máximo de 24 metros y 80 toneladas en el caso de los machos y 31 metros y 150 toneladas (excepcionalmente 180) para las hembras.
Los rorcuales azules viven tanto como un ser humano, con una longevidad estimada de 90 años. Maduran sexualmente con alrededor de los 10 años de edad y, a partir de entonces, tienen una cría cada 3 años. Estas limitaciones provocan que la recuperación de la especie sea extremadamene lenta como le sucede a la ballena groendandesa( Balaena mysticetus) cuya madurez sexual llega a los 10 a 15 años y cuyas hembras tienen una cría cada 3 a 4 años, después de un embarazo de 13 a 14 meses; una especie que también sufrió los estragos de la caza ballenera. Ello señala importancia de  proteger las zonas de concentración de la especie y sus corredores migratorios. Su presencia en la zona del este de Fuerteventura y Lanzarote remarca el valor natural de este área.
 
Las hembras son mayores que los machos para poder parir estas enormes crías. Los ballenatos nacen en invierno, en aguas tropicales, y son capaces de realizar una migración de miles de kilómetros hasta aguas polares donde alimentarse el siguiente verano.
Dependen para su sustento de crustáceos milimétricos como es el krill, del que cada rorcual azul come unas cinco toneladas diarias en la época de alimentación. Hay cuatro subespecies de rorcuales azules en el mundo, y solo una habita en el Atlántico Norte. Esta especie, junto a la ballena franca, el cachalote y otras grandes especies, fue diezmada en la época de caza ballenera, y en muchas zonas de su distribución aún no se ha recuperado. En el Atlántico nororiental, nuestro lado de este océano, se estiman tan solo 400 rorcuales azules, por lo que observarlos en Canarias es un privilegio.
 
 

 

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